Cuándo abuelito conoce a abuelita. Historia corta.

Yo: Abuelito cuéntame la historia de cuándo conociste a mi abuelita.

Abuelito: Pues eso si que fue extraño porque yo era muy amigo de los Merchán. Inclusive de Lilia y todo, pero a Herly no la conocí sino en Chapinero una tarde que yo iba por la 13. Ella venía con Lilia y detrás venían Herly y Leonor. Esa fue la tarde en que me la presentaron, cuando la vi por primera vez. Ellos vivían en el Triunfo y después resolvieron comprar una casa en Bogotá. 

Mirando El Tiempo -el periódico- encontraron una casa que les convenía y era en el barrio Restrepo, a una cuadra de donde yo vivía.

Cómo el papá tenía su almacensito dijo "lo que más me gusta es que tiene su localito ahí y yo pienso seguir con mi negocio". 

Volviendo al tema, ¡si! ese fue el día que conocí a Herly. 

Ahora como éramos vecinos nos visitábamos y bueno, me empezó a gustar. Ella tendría en ese momento unos 14 años.

Yo: ¡Ay! ¡Era chiquita!

Abuelito: -sonriendo- si.

Y un día me inventé una fiesta para invitarla, la Señora Santos (su mamá) no quería dejarla ir, pero Ignacio le dijo "Tranquila, yo conozco a la familia. Eso déjela ir."

El baile era de disfraces. Yo me disfracé de árabe con un enorme turbante y Herly de holandesa.

Y estando en el baile ella me preguntó si yo tenía novia y yo le dije "no, no tengo, pero estoy tratando de conquistarme una china".

-risas-

Ella me preguntó "¿y está aquí en la fiesta?. Le dije "si, ahora se la presento".

La pieza siguiente la saqué a bailar y le dije "quiero presentarle a mi novia". Ella dijo "muéstremela a ver", y yo dije "estoy bailando con ella".

Yo: ¡Qué tal, tan coqueto!

-más risas-

Abuelito: Si. Así empezó la cosa. Duramos unos meses, creo que algo más de un año de novios hasta que resolví preguntarle si se casaría conmigo. Quería hacer una fiestica para pedir su mano, cómo se acostumbraba. ¡Y así fue!, la tarde de la reunión hablé con sus papás y les dije que tenía la intención de casarme con Herly, y les pregunté qué tal les parecía.

La señora Santos fue la primera qué habló, dijo "ay no, no, no, es que Herly es de un genio muy raro y no quiero que en unos meses estén de disgustos", pero Don Silvestre, el suegro, dijo "no, yo veo que Alfonsito es de muy buen genio y yo sé que se van a entender". Y yo si les dije que Herly había sido muy formal conmigo siempre.

Y pues si, a eso de los 2 años de haberse casado Lilia, nos casamos Herly y yo.

Las cosas son muy raras, mire que como nosotros vivíamos en el Restrepo fuimos a donde el Padre Joaquín Ordóñez que era el párroco de ahí y le contamos que nos íbamos a casar y que para eso necesitábamos la licencia de él porque yo quería casarme en la iglesia de Santa Anita en Teusaquillo. "¿Qué? ¿Es que le quedó muy chiquita mi iglesia?" decía el curita. Le dije "no, no, no es eso, es que es en la casa de un tío donde se hará la fiesta, y está a una cuadra de la iglesia". Así el curita nos dio la licencia. Nos casamos allá, en la iglesia de Santa Anita.

Y años después vinimos a parar aquí a Fusa, justamente al barrio Santa Anita.

Duramos cerca de 40 años de matrimonio.

-Finaliza la historia sonriendo en silencio, posiblemente recordando con cariño y nostalgia a esa maravillosa compañera de vida qué tan sabiamente eligió-.